lunes, 23 de julio de 2007

Mutilados en el olvido



Estimad@s Amigos y amigas


Compartimos con ustedes la síntesis del Video Mutilados en el olvido. Video que refleja casos de hermanos indígenas mutilados del norte de Chile por minas antipersonales. Las minas antipersonal diseminadas en los territorios tradicionales de los Pueblos Indígenas Aymara, Quechua y Atacameños-Lickanant ay, se efectuaron en un contexto político de conflictos armados y controversias Internacionales entre Chile, Perú y Bolivia, situación que determinó las fronteras de los Estados nacionales y para las comunidades indígenas representó la conculcación de los derechos colectivos relativos a las tierras, territorios y sus recursos, el desarrollo y particularmente el ejercicio del derecho a la libre determinación.

Las declaraciones del Ministro del interior del Estado de Chile Belisario Velasco con motivo a una manifestación publica efectuadas por ciudadanos Peruanos en Tacna alrededor de la línea de concordia, con fecha 03 de abril del 2007, dio cuenta de la amenaza de las minas antipersonal “advertimos del peligro que representan las bombas antipersonal, que se encuentran en la frontera, con el invierno altiplanico se ha podido comprobar que hay minas que se desplazan y que están en otros lugares en que todavía no se han efectuado el retiro de estas, entonces, es altamente riesgoso que alguien cruce por este sector del territorio” (diario La Tercera , El Mercurio, La Segunda 03, de abril 2007) Estas declaraciones representa un progreso muy significativo para las organizaciones de los Pueblos indígenas abocados en la promoción y protección de los derechos humanos, considerando que por primera vez una autoridad del mas alto nivel del Estado de Chile reconoce que parte importante del territorio nacional que determinan las fronteras entre Chile, Perú y Bolivia están minados y los artefactos explosivos se encuentran diseminados en el ancestral territorio de los Pueblos Indígenas Aymara, Quechua y Atacameños-Lickantay .


Hortencia Hidalgo

Consejo Autònomo Aymara

jueves, 19 de julio de 2007

Aymaras preocupados por lenta erradicación de minas antipersonales


Fuente: www.chasqui.cl (Arica, 15 de junio de 2007) Las lluvias estivales no sólo pueden generar inundaciones y anegamiento en el altiplano. En muchas ocasiones arrastran las minas antipersonales ubicadas en la frontera con Bolivia hacia sectores de pastoreo. Esta es la principal preocupación de las comunidades aymaras de la provincia de Parinacota, quienes realizaron un seminario en nuestra ciudad para acelerar su erradicación.


Hortensia Hidalgo, dirigente del Consejo Autónomo Aymara, aseguró que muchas personas han sufrido serios accidentes en el altiplano por esta causa. “Muchos aymaras han sido mutilados por las explosiones. Las lluvias de verano arrastran las minas hacia los sectores donde nuestras familias van a pasear, buscan leña y pastorean sus animales. Esto prohíbe los desplazamientos e infunde temor en las comunidades porque no sabemos dónde nos podemos encontrar con una mina”, afirmó.


Hidalgo indicó que es necesario dar a conocer esta situación y acelerar los procesos de erradicación: “Hay un programa para desactivar estas minas por parte del Gobierno. Está la declaración de Ottawa. Sin embargo, el proceso es demasiado lento, porque los plazos están definidos hasta el 2011. El problema es que durante todo este tiempo continúan los accidentes. No podemos esperar tanto. Dicen que es muy caro erradicar las minas, que no saben dónde están, que es más fácil colocarlas que desactivarlas. Pero es cosa de ver los animales muertos para conocer su ubicación. Me parece que aquí hay otros factores, como la ubicación fronteriza y estratégica del territorio, que están influyendo en esta letanía”.


El seminario contó con la presencia del diputado Marco Enríquez-Ominami (PS), quien señaló que este problema es parte del cinismo de la diplomacia mundial. “Este es un episodio lamentable, que habla muy mal de las grandes potencias. Estamos en presencia del gran cinismo de la diplomacia mundial. Se realiza una convención como la de Ottawa, pero muchos no firman sus resoluciones. Y estamos hablando de cosas tan básicas como no utilizar minas antipersonales. La convención es de 1997, por lo tanto, han pasado más de diez años. No podemos decir que esto se acaba de establecer. Esta es una situación muy grave. Si bien las autoridades políticas están al tanto de la situación, es necesario abrir un debate a nivel nacional y acelerar los procesos”, indicó.


Enríquez aseguró que es fundamental establecer lazos de confianza con los países vecinos: “Este es un atentado contra la paz regional. Hay que ser muy locos para negar los lazos que tenemos con Bolivia. Tenemos identidades similares, pueblos en común. Me parece que la diplomacia chilena ha sido muy lenta en generar lazos de confianza con los países de la región”.


El diputado socialista señaló que el problema global no se termina simplemente con la erradicación de las minas antipersonales: “Esto afecta, principalmente, a las comunidades aymaras. Un ejemplo más del desprecio y desconocimiento por parte del Estado sobre nuestra conformación sociocultural. Somos un país multiétnico, situación que se contradice con el relato jurídico de Chile. Necesitamos simetría en el debate, que los pueblos puedan conversar en igualdad constitucional”.


HUILCAMÁN


Por su parte, Aucán Huilcamán Paillama, dirigente del Consejo de Toda las Tierras, quien también estuvo presente en el seminario, señaló que es insuficiente el trabajo que ha hecho el Gobierno para erradicar las minas: “Son diez años en que se ha trabajado en forma muy lenta. Estas minas representan una amenaza para la convivencia pacífica en la región y los pueblos originarios. El Gobierno tiene que acelerar los procesos y conversar con los heridos y la gente afectada. Por otra parte, estamos a meses de suscribir la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas que considera la autodeterminación y su relación con el territorio. Yo me pregunto cómo podemos fortalecer la unión del pueblo aymara si nos encontramos con minas antipersonales que producen división”.


Finalmente, Huilcamán agregó que es necesario profundizar el debate más allá de la erradicación de las minas. “Es importante pensar qué va a ocurrir luego de la erradicación de las minas. Qué sucederá con los territorios que antes fueron campos minados. Quién será su dueño, cómo se incorporan al desarrollo regional. Me parece que los pueblos originarios de la región tienen derechos milenarios y deben profundizar el debate de esta situación”, concluyó

viernes, 6 de julio de 2007




INDÍGENAS EXIGEN RETIRO DE MINAS ANTIPERSONALES



Arica. 15 Junio 07(MP) Aymarás afirman que se están violando los derechos colectivos a la tierra, el libre tránsito, el desarrollo y la práctica de la cultura propios.


El Consejo Autónomo Aymará (CAA) y la organización del pueblo mapuche del Consejo de Todas las Tierras iniciarán una cruzada en contra de las minas antipersonales diseminadas en la frontera norte y que afectan territorios de pueblos originarios.

Según Hortensia Hidalgo Cáceres, del CAA, la instalación de estos explosivos en las fronteras entre Chile, Perú y Bolivia viola los derechos colectivos a la tierra, el libre tránsito, el desarrollo y la práctica de la cultura, la convivencia pacífica y el acceso y uso espiritual de los territorios de las etnias aymará, quechua y atacameños-lickanantay.

Afortunadamente, sostiene en una declaración, la comunidad internacional ha tomado conciencia de las consecuencias nocivas que representa esta situación. A modo de ejemplo, cita la Convención de Ottawa, adoptada con fecha 18 de septiembre de 1997, que en su parte preambular establece: "Decididos a poner fin al sufrimiento y las muertes causadas por las minas antipersonal, que matan o mutilan a cientos de personas cada semana, en su mayor parte civiles inocentes e indefensos, especialmente niños, obstruyen el desarrollo económico y la reconstrucción, inhiben la repatriación de refugiados y de personas desplazadas internamente, además de ocasionar otras severas consecuencias muchos años después de su emplazamiento".

El mismo texto afirma en su artículo 5 que cada Estado parte se "compromete a destruir, o a asegurar la destrucción de todas las minas antipersonal colocadas en las zonas minadas que estén bajo jurisdicción o control, lo ante posible, y a mas tardar en un plazo de 10 años, a partir de la entrada en vigor de esta Convención para ese Estado Parte".

Al respecto, la vocera señaló que en el caso de Chile, las medidas adoptadas por el Estado no han tenido el impacto suficiente, considerando las características geográficas de los territorios minados y las dificultades de localización a causa del desplazamiento que se produce por el invierno altiplánico. "Ello podría resultar en una amenaza indefinida para los pueblos indígenas que habitan el área y sus derechos", declaró.

También recordó que las minas antipersonal diseminadas en los territorios tradicionales de los pueblos aymará, quechua y atacameños-lickanantay, se efectuaron en un contexto político de conflictos armados y controversias Internacionales entre Chile, Perú y Bolivia, situación que determinó las fronteras de los Estados nacionales y para las comunidades representó la conculcación de los derechos colectivos relativos a las tierras, territorios y sus recursos, el desarrollo y particularmente el ejercicio del derecho a la libre determinación.